Oxímoron y paradojas en la obra de Enrique Bunbury

El oxímoron es una de las figuras retóricas más fascinantes y versátiles que existen y sin duda, una de mis favoritas.

Según la Real Academia de la Lengua Española un oxímoron es:

Combinación, en una misma estructura sintáctica, de dos palabras o expresiones de significado opuesto que originan un nuevo sentido, como en un «instante eterno»

La capacidad de crear o sugerir un tercer sentido o concepto a partir de dos términos opuestos es especialmente relevante, pues se fuerza al lector o al interlocutor a comprender el sentido metafórico (en el caso del oxímoron «instante eterno»: un momento que, por la intensidad de lo vivido durante su transcurso, hace perder la noción del tiempo).

El término oxímoron es una palabra compuesta, un helenismo introducido en el siglo XVIII que une los lexemas ὀξύς (oxýs: ‘agudo, punzante’) y μωρός (morós: ‘fofo, romo, tonto’). Por tanto, curiosamente, él mismo es un oxímoron.

Existen abundantes oxímoron que utilizamos de manera cotidiana, sin apenas percibir su sutileza: «silencio atronador«, «muerto viviente«, «secreto a voces«, «desgarradora suavidad»

Una figura literaria próxima, aunque no equivalente al oxímoron, es la paradoja.  La paradoja es una figura retórica que consiste en la utilización de expresiones que envuelven una contradicción, como en  “Es una persona tan pobre que lo único que tiene es mucho dinero”.

El oxímoron y las paradojas son figuras retóricas ampliamente empleadas en la literatura, sobre todo en la poesía, pero, ¿se apoyan en estos recursos también los músicos de pop y rock al escribir sus canciones?

Veamos algunos ejemplos extraídos del doble álbum «El tiempo de las cerezas«, grabado por Enrique Bunbury a medias con Nacho Vegas en 2006.

El tiempo de las cerezas

  • Hicieron trizas para siempre esta soledad compartida
  • Jamás te recuerdo porque nunca te olvido

Welcome to el callejón sin salida

  • Un payaso en un funeral
  • Un escapista en la radio
  • Fidel en Miami Beach
  • Una estación sin parada

El propio Bunbury titula su cuarto disco en solitario con una aparente paradoja: «El viaje a ninguna parte»

Esta lista es necesariamente incompleta, por lo que, ¿nos ayudas a completarla con tus propias aportaciones? Nota del autor: «tus propias» constituye un pleonasmo, al utilizarse dos términos redundantes. El pleonasmo es la figura más aproximadamente opuesta al oxímoron.